Sobre los grupos de consumo ecológicos

Para empezar lo primero sería definir resumidamente que se entiende por agricultura/ganadería ecológica.

La agricultura ecológica, o sus sinónimos orgánica o biológica, se basa en un manejo no agresivo de las fincas productivas, con la utilización óptima de los recursos naturales sin emplear productos químicos de síntesis, u organismos genéticamente modificados -ni para fertilizar ni para combatir las plagas-, logrando de esta forma obtener alimentos orgánicos de alta calidad, a la vez que se conserva la biodiversidad, la fertilidad de la tierra y se respeta el medio ambiente. 


Los principales objetivos de la agricultura orgánica son la obtención de alimentos saludables, de mayor calidad nutritiva, sin la presencia de sustancias de síntesis química y obtenidos mediante procedimientos sostenibles.

Por otra parte, la ganadería ecológica comparte el mismo fin de producir alimentos de origen animal sin utilizar productos químicos artificiales ni OGM, añadiendo además el máximo grado de respeto en las condiciones en las que viven los animales. Lo cuál obliga a que los mismos tengan acceso a zonas al aire libre y a que su alimentación sea a su vez ecológica. Además se rige por disposiciones estrictas relativas al bienestar animal y al cuidado veterinario.


Normalmente dichos productos se distinguen por un sello otorgado por la unión europea aunque hay fincas que no necesitan certificación porque consiguen comercializar a base de la confianza de l@s consumidor@s. En ésta línea están surgiendo iniciativas de certificación participativa de confianza que tratan de evitar la burocracia y los costes asociados a éstos organismos de certificación privados, involucrando a productor@s y consumidor@s en el proceso de validación de las buenas prácticas agropecuarias.

Sobre los grupos de consumo agroecológico.

En la práctica, un grupo de consumo es simplemente una iniciativa surgida desde la sociedad civil en la que un grupo de personas concienciadas se asocian para hacer compras colectivas de productos ecológicos. Las consecuencias de éste cambio en la manera de consumir son múltiples.

-          Factor económico: Al hacer pedidos colectivos a través de un CIF (de una asociación o cooperativa ya existente o una creada a tal efecto) se consigue comprar directamente a los mayoristas y productorxs, abaratándose así la adquisición de los productos.
o   Compras a distribuidores mayoristas: al conseguir hacer grades pedidos conjuntos se abarata notablemente la adquisición y el transporte de los productos.
o   Compras directas a productorxs: Con el simple hecho de evitar lxs intermediarixs se consigue abaratar drásticamente el precio del producto final. De ésta manera se logra por un lado que el consumidor pueda acceder a productos ecológicos de calidad a precios asequibles (similares en muchos casos a los de la agricultura convencional) y por otro se asegura que lxs productorxs reciban un salario digno y proporcionado por su trabajo, evitando las redes de comercialización convencionales (atestadas de intermediarios) que devalúan hasta el extremo el beneficio de lxs productorxs originales.


-          Factor salud: Al obtener alimentos libres de los residuos de la agricultura industrial se está cuidando no sólo la propia salud de nuestras familias sino del medioambiente en general.

-          Dimensión ética y social: Éste quizá sea el punto más importante de los grupos de consumo. No se trata sólo de comer sano y barato. Partimos de la base de que nuestra forma de consumir afecta de manera directa al devenir de nuestras sociedades en su conjunto. Entendemos pues, que el cambio en nuestras pautas de consumo es, de hecho, una herramienta potente y real en la lucha por el cambio social. Consumiendo productos de temporada, apoyando unas formas de producción respetuosas y estrechando los círculos de distribución hacia lo local, dejamos de ser partícipes del corrupto sistema agroindustrial. Restamos así poder al monopolio de las multinacionales agroalimentarias, para devolvérselo a las gentes, a l@s que producen y consumen éticamente. Todo esto está enmarcado dentro de lo que se ha dado en llamar soberanía alimentaria, concepto que no podemos dejar de describir en éste resumen:
o   La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo. Esto pone a aquellxs que producen, distribuyen y consumen alimentos en el corazón de los sistemas y políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los mercados y de las empresas.
o   Nos ofrece una estrategia para resistir y desmantelar el comercio libre y corporativo y el régimen alimentario actual, y para encauzar los sistemas alimentarios, agrícolas, pastoriles y de pesca para que pasen a estar gestionados por los productores y productoras locales.
o   La soberanía alimentaria da prioridad a las economías locales y a los mercados locales y nacionales, y otorga el poder a lxs campesinxs y a la agricultura familiar, la pesca artesanal y el pastoreo tradicional, y coloca la producción alimentaria, la distribución y el consumo sobre la base de la sostenibilidad medioambiental, social y económica.
 o   La soberanía alimentaría supone nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdades entre los hombres y mujeres, pueblos, grupos raciales, clases sociales y generaciones.


-          Tampoco podemos pasar por alto la posibilidad que entrañan los grupos de consumo de conocer a otra gente de nuestra zona geográfica con inquietudes similares y de fortalecer los debilitados lazos del tejido social.

Funcionamiento práctico de los grupos de consumo.

-          El primer paso es juntar un grupo de gente interesada y crear una asociación en caso de que no haya ninguna en funcionamiento.
-          Seguidamente se hace una recopilación de lxs distribuidorxs/productorxs.
-          Se organiza una reunión informativa y se constituye una asamblea. Será dentro de ésta asamblea donde se decidan los asuntos prácticos que afecten al funcionamiento del grupo de consumo.
-          Los grupos funcionan mediante pedidos periódicos que varían de unos grupos a otros(quincenales, mensuales, trimestrales…) en función del número de familias implicadas.
-          Tiene que surgir una persona responsable de la tramitación y reparto de dichos pedidos. Su labor consistirá en recibir de cada socio su pedido personal y elaborar un pedido común con la suma de todos. También se encargará de recibir y organizar el reparto. (En muchos grupos se dispone de un local al que llegan los pedidos, el encargado los organiza por familias y cada socio se desplaza a recogerlo).


La idea para nuestro grupo concreto es comenzar a funcionar con la compra de alimentos no perecederos (arroz, pasta, aceite, conservas…) a los distribuidores que hemos encontrado o que nos han facilitado otros grupos de consumo amigos. Haremos copias de los catálogos para que cada asociado tenga libre acceso. Ocurre que hemos observado que en algunos casos los productos de éstos catálogos, aún siendo ecológicos vienen de lejos, incluso de fuera de nuestras fronteras, en detrimento de su sostenibilidad. La idea es poco a poco ir recabando contactos más locales para conseguir incidir en el factor de proximidad que consideramos prioritario.

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